Translate

lunes, 24 de septiembre de 2012


La desaparición de la ciudad de la serena




Algunos dichos populares dicen: “El amor mueve montañas” o “El amor es más fuerte”, pero tras conocer la siguiente historia deberíamos instaurar uno que dijera: “El amor hace desaparecer ciudades”.
Y es que la leyenda de la “Desaparición de la ciudad de La Serena” nos cuenta la historia de Juan Soldado, un joven buenmozo y muy humilde que se enamora de la única hija del rico cacique de la ciudad. Pese al enfático rechazo de su padre, la chica se enamora de Juan Soldado y decide casarse con él. Justo en el momento en que el cura iba a dar inicio al sacramento, en la iglesia se comenzó a sentir un fuerte alboroto. Todos los presentes comentaron que se acercaba a la ciudad el padre de la novia, con la firme intención de matar a los futuros esposos para luego, incendiar y destruir toda la ciudad.
Nadie sabe qué, ni cómo pasó, pero el asunto es que cuando el padre enfurecido pisó los alrededores de la ciudad, ésta de pronto se desvaneció, se esfumó.
Acompañado de sus soldados recorrió a caballo montes y praderas, pero todo era un peladero. La ciudad no estaba. Había desaparecido.

       Cuentan que, a veces, por lo general los sábados, las personas que pasan cerca del lugar donde estaba emplazada dicha ciudad, se escuchan música y canciones. Otros dicen que para viernes Santo la ciudad se hace visible a los que la contemplan desde lejos, pero la imagen comienza a desvanecerse en la medida en que la gente se acerca a ella.

domingo, 23 de septiembre de 2012

 La Añañuca





     La Añañuca es una flor típica de la zona  norte de nuestro país, que crece específicamente entre Copiapó y el valle de Quilimarí, en la región de Coquimbo.
    Pocos saben que su nombre proviene de una triste historia de amor...Cuenta la leyenda, que en tiempos previos a la  Independencia, la Añañuca era una flor joven de carne y hueso que vivía en un pueblo nortino. Un día, un minero que andaba en busca de la mina que le traería fortuna, se detuvo en el pueblo y conoció a la joven. Ambos se enamoraron y el apuesto minero decidió relegar sus planes y quedarse a vivir junto a ella. Eran muy felices, hasta que una noche, el minero tuvo un sueño que le reveló el lugar en dónde se encontraba la mina que por tanto tiempo buscó...Al día siguiente en la mañana tomó la decisión: partiría en busca de la mina. 

  La joven desolada, esperó y esperó, pero el minero nunca llegó. Se dice de él que se lo tragó el espejismo de la pampa. La hermosa joven producto de la gran pena murió y fue enterrada en un día lluvioso en pleno valle. Al día siguiente salió el sol y el valle se cubrió de flores rojas que recibieron el nombre de infeliz mujer.

La Laguna del Inca.




     
  Escondida en las alturas de la Cordillera de los Andes, en Portillo, se encuentra una hermosa laguna que hoy se conoce como Laguna del Inca. Algunas personas aseguran que sus tranquilas aguas color esmeralda guardan una romántica historia de amor.
     Antes de que llegaran los españoles a estas tierras, los Incas habían extendido sus dominios hasta las riberas del Río Maule, y como se consideraban hijos del Sol, las cumbres andinas eran escenario ideal para realizar rituales y ceremonias religiosas.
    Según cuenta la leyenda, el Inca IIIi Yupanqui estaba enamorado de la princesa Kora-llé, la mujer más hermosa del imperio. Decidieron casarse y escogieron como lugar de la boda una cumbre ubicada a orillas de una clara laguna. Cuando la ceremonia nupcial concluyó, Kara-lla debía cumplir con el último rito, que consistía en descender por la ladera del escarpado cerro: ataviada por su traje y joyas, seguida por su séquito. Pero el camino era estrecho, cubierto por piedras resbalosas y bordeado por profundos precipicios. Fue así como la princesa, mientras cumplía con la tradición, cayó al vacío.
    IIIi Yupanqui, al escuchar los gritos, se echó a corres, pero cando llegó al lado de la princesa, ella estaba muerta. Angustiado y lleno de tristeza, el príncipe decidió que Kora-llé merecía un sepulcro único, por lo que hizo que el cuerpo de la princesa fuera depositado en las profundidades de la laguna.

     Cuando Kora-llé llegó a las profundidades envueltas en blancos linos, el agua mágicamente tomó un color esmeralda, el mismo de los ojos de la princesa. Se dice que desde ese día la Laguna del Inca está encantada. Incluso hay quienes aseguran que en ciertas noches de plenilunio el alma de IIIi Yupanqui vaga por la quieta superficie de la laguna emitiendo tristes lamentos.


lunes, 3 de septiembre de 2012

Rocas de Santo Domingo




    Santo Domingo es una comuna del litoral de Chile. Está ubicada en la ribera sur de la desembocadura del Río Maipo, en la Provincia de San Antonio.



    Es un balneario famosos por sus rocas, su playa de tres olas y arenas oscuras. Sus casas de verano tienen jardines muy cuidados y sus plazas abundante  vegetación. Su playa, de 20 kilómetros de extensión, es la mayor del Litoral Central. En el roquerío de La Puntilla se encuentra la milenaria Piedra del Sol, o Intihuatana, que al parecer fue símbolo de adoración de los Incas.

La Piedra de los Enamorados

Cuenta la leyenda:

 Que hace muchísimos años, había dos jóvenes, un hombre y una mujer que se amaban profundamente, pero el problema
estaba en que las familias de estos enamorados, no querían que se vieran; se ignoran las razones de discordia entre estas dos familias. Pero como los enamorados se querían tanto, se veían cada tarde a escondidas en la playa de las Rocas de Santo Domingo, Allí observaban los días los hermosos atardeceres del lugar.
     Al transcurrir el tiempo esta relación se tornó difícil para ambos, ya que lamentablemente los padres de la pareja se enteraron de que los enamorados seguían viéndose a escondidas, por esto decidieron que la situación debía acabar.
    Los enamorados estaban muy afligidos, ya que no podían vivir separados, Fue tanta su desesperación, al no poder estar juntos, que tomaron una drástica decisión. "Si no podemos vivir juntos en la tierra, lo estaremos en el más allá".
    Un día  como todos los atardeceres en la playa, se sentaron sobre la piedra más alta, ubicada en el lugar, y esperaron a que el sol se escondieran para suicidarse; pasaron algunos minutos para su fin, y los dos con lágrimas en las ojos, pero felices de poder estar juntos en otro lugar, sin que nadie los pudiese separar y sin temor se lanzaron al agua tomados de la mano.
Desde entonces se dice que cuando alguna pareja de enamorados va a ver la puesta de sol en aquella piedra, aparecen los dos jóvenes amantes de la mano caminando hacia el fondo del mar, en forma de una borrosa nube blanca.


    La piedra de estos amantes, se ubica en la Playa de los Enamorados, en las Rocas de Santo Domingo.